Moví la masiva pila de basura de final de año del casillero así puedo alcanzar mi sudadera rosada de capucha antes de que deslice fuera de mi hombro. Con el peso balanceado y la dolorosa presión fuera de mis brazos, contemplo por millonésima vez en el loco trato en el que me metí ayer.
Difícil mente puedo creer en que todo eso haya pasado. Ya que no e visto o e escuchado de Justin Bieber una sola vez hoy, estoy esperando a sospechar que cambió de opinión.
La única exigencia del Señor Foley había sido no haraganear o quejarse por no tener paga. Me probaré para él. El trabajo era mi meta, no el efectivo. Verá que tan feliz estoy. Después que cerramos el trato, El Señor Foley me había llevado a un tour por las instalaciones.
Justin no se unió por que el ya había tenido el tour el día anterior.
Parecía que el había mantenido su boca cerrada como prometió, acerca de mí, sobre el trato y aparentemente, todo. Hasta ahora no he sido el objetivo de ningún inusual comentario malicioso en los pasillos. A pesar de la programación de los finales, todos me han tratado igual, ignorándome o evadiéndome, como usual.
Sin contar mi familia, por supuesto.
Ellos han estado todos tan sonrientes con migo como una niña pequeña que finalmente ha usado el baño para niñas grandes, mamá incluso eligió ignorar el hecho de haberle gritado anoche como una idiota. Esta mañana, cuando no me fui temprano, me hizo unos huevos hervidos y, ¡se disculpó conmigo por invadir mi privacidad!
Eso es tan retorcido como yo contratando a un novio por el verano.
Me estoy dejando esperar que Justin no se me haya acercado porque no quiere empezar nuestra relación hasta que la escuela haya terminado el viernes. Quizás piense que será mas fácil con menos testigos para su vergüenza. No lo culpo. Sólo lo este ignorando tambien, hasta el primer día de trabajo. Una vez que estemos forzados a compartir la pequeña oficina de pasantes que el Señor Foley nos dio, las cosas fluirán bien. Justin hizo bastante obvio que necesitaba el dinero. Para conseguirlo, él va a tener que presentarse, finalmente.
Como si lo hubiera conjurado con mis pensamientos, Justin Bieber está repentinamente parado enfrente de mí. Mirando. Otra vez. En lugar de chocar directo hacia él con mi boca abierta, patiné por una muy poco grácil parada y sostuve apretadamente mi equipo de ciencias, mi vaso precipitado y el mechero de Bunsen. Los libros, papeles y otras cosas de menor valor cayeron a sus pies.
—¿En serio?—dije, manteniendo mi tono sarcástico para cubrir
mi corazón acelerado— ¿No pudiste darme algún tipo de advertencia?
Esta vez, ni siquiera
intente salvar mi sudadera de caer porque había cometido el peor error de todos
al mirar su cara. Sin tener otra opción, intente mantenerme firme y orientarme.
Obviamente, soy alérgica a las cosas hermosas, mieles, y brillantes. Como sus
estúpidos ojos.
—Se llama prestar atención—dijo él, copiando mi sarcasmo— Pensé
que me verías. Buena esa de salvar
las cosas rompibles.— Se rió y bajo para
alcanzar mis cosas.
Todavía no he sido capaz de moverme. ¿Cómo está sola persona
podía sacudir mi control tan fácilmente?
Me sonríe y lanza un guiño. Por
supuesto mis piernas se vuelven de goma.
—¿Es este un hábito tuyo?—pregunta.
—¿Qué?
—¿Dejar caer cosas cada vez que me ves? Es algo lindo.
Halagador—agrega, enderezándose fácilmente sosteniendo todas mis cosas en sus
enormes brazos. Me he recuperado lo suficiente para poner los ojos en blanco.
—¿Quizás el hábito está conectado a la urgencia de revolver
mis cosas cada vez que tú me ves?
—Es posible. Tus cosas son tan aleatoriamente interesantes.—Él
mira mi equipo de ciencia y luego observa a través de la pila de papeles en sus
manos—¿Tienes otra lista que necesite ser revisada? Además de tutorías para la
universidad, también estoy tratando de ahorrar para un auto nuevo.-Se ríe.
Cuando no respondo, su expresión cambia a genuinamente
preocupada.
—Oye. Estaba bromeando. Hago estúpidas bromas todo el
tiempo. Te acostumbraras a mí, no te preocupes… o… puedo dejar de hacer bromas,
supongo.
—No… no estoy preocupada— mentí, tratando me mantener mi voz
firme porque me sentía como si hubiera entrado a otro mundo. Un mundo donde
Justin Bieber está sosteniendo mis cosas y diciéndome a mí que me acostumbraré
a él— Necesitamos discutir y desarrollar los detalles de nuestro… ya sabes… lo que sea. No sé cómo llamarlo. Nuestro
contrato.
—Estaba pensando lo mismo. ¿Pero podemos llamarlo nuestro
épico romance de verano? Contrato suena tan aburrido.—Sonríe otra vez. Otra
vez, no sonrío de vuelta.—Lo siento.—Su risa suena avergonzada—Es bastante
posible que no sea capaz de parar las bromas.
—Intenta. Prefiero mantener esto, lo nuestro, como negocios.
—Voy trabajar en ello. Lo prometo. ¿Qué debería hacer
primero? Por el trabajo, quiero decir. Además de no más bromas.
Dejo salir un largo suspiro.
—Necesitas romper con todas tus aspirantes, o como sea que
llamas a las chicas olfateando tus tobillos. Y quiero decir hoy. —Sacudo mi
cabeza al grupo de chicas esperando por Justin en los escalones en la parte
superior que conducen al estacionamiento. Mira detrás de él y sonríe.
—Guau. Tenemos un poco de audiencia. Estoy sosteniendo un
estatus de soltero. Esperando sólo por ti. Y esa no es una broma, por cierto.
¿Así que donde deberíamos encontrarnos luego?
Todo lo que puedo hacer es no temblar y correr. En lugar de
eso, trago, dándome cuenta muy tarde que he contratado al chico equivocado.
Pretender salir con Justin Bieber va a ser como pretender salir con un
arcoíris. Todo el mundo lo mira todo el tiempo. Lo que significa, que si estoy
cerca de él, todos van a mirarme a mí. No muy ideal. Siento como si me
estuvieran perforando con la mirada en la espalda ahora mismo.
—Ayudo en el programa de música del entrenador Williams
después de la escuela desde las dos treinta hasta las cuatro treinta. ¿Qué te
parece si nos encontramos en su salón de clase a las 3:45?
Él sacude su cabeza.
—¿El salón del entrenador Williams? Demonios que no. Él es
un completo idiota. Escoge otro sitio.
—No. Sólo tengo unos treinta minutos de descanso allí. Lo
que significa, que no puedo encontrarte en ningún otro lado. El entrenador
Williams se dirige al gimnasio para revisar al equipo de hockey. Se supone que
arregle el lugar para el siguiente grupo de niños. Soy casi una niñera para
cualquiera que llegue temprano. Después de que el programa musical termina, el
entrenador Williams se encuentra con el equipo en el Complejo deportivo Golden y…
—Sé a dónde va.—La
voz de Gray se ha vuelto fría—Trabajo en las tardes y noches en el complejo
deportivo. Simplemente no quiero estar cerca del salón de ese tipo.
—¿Por qué? ¿Te excluyó del hockey y ahora estas amargado?— supongo,
aliviada de que su mala actitud no tenga nada que ver conmigo. Tanto como el
entrenador Williams es un blandengue con el grupo de música de niños, todos
saben que es rudo con su equipo.
—No es eso. Yo juego hockey competitivo en línea. Mi tiempo
en el hielo es para enseñarles a niños en el complejo. No estaría en el hielo
para ese idiota.
—Bien.—Me encojo de hombros—No hablo jerga de hockey. Y no
tengo idea lo que acabas de decir. Vas a tener que superar tu fobia por el
entrenador Williams y encontrarme en el salón de música. 3:45. No llegues
tarde.
—Escuchen a la chica mandona.—Suena bastante agitado.
—Por favor. —Suavizo mi tono— Juro que no estará al rededor.
Encontrarnos allí será privado. Nadie nos verá.—Señalo al ahora más grande
grupo de personas mirándonos— Tú orgullo y popularidad estarán a salvo.
Él sacude su cabeza.
—¿Eso es lo que crees? ¿Qué no quiero que nadie me vea
contigo? ¿Por qué crees que me acerque a ti con todos viendo? Lo hice a
propósito.
—Oh… bueno… ¿La
próxima vez puedes no ser tan obvio? Estoy verdaderamente incómoda, si debes saberlo.
Él suspira.
—Vamos a estar saliendo. El que nosotros salgamos tiene que
empezar con el nosotros al menos pasando el rato en público y hablando, o nadie
va a creerlo.
Asentí, odiando que tuviera razón.
—Supongo que no pensé a través de la mecánica del día a día
de tener un novio falso. Hmm. Pasar el rato en público… parece tan extremo.
Solo tenemos lo que queda de esta semana de escuela. ¿Alguien realmente le
importara o notara?
—Depende de ti, pero necesitas decidir. No pienses que
renunciaré al dinero. Sacudimos las manos. La próxima semana ambos trabajaremos
para Geekstuff.com. Cuán profundo quieres jugar el resto de nuestro trato
depende de ti.
Su sonrisa es descarada mientras señala a la audiencia en la
parte superior de las escaleras.
—Si no quieres mis servicios, entonces lo justo es que me
dejes ir así puedo hacer a otra chica o dos feliz
este verano. O tres.—Mueve
mis papeles en una pila más ordenada.
—¿Qué harán ellas una vez que te saque del mercado?-pregunto—Sólo
puedo imaginar a las pobres chicas andando alrededor como un rebaño de ovejas
perdidas todo el verano, preguntándose a donde fuiste.
—Me arriesgo a dar otra mirada a las chicas acosadoras y me
estremezco—¿Ellas siquiera parpadean?
Bee. Bee. Bee.
Él sacude su cabeza y ríe.
—Como dije ayer, eres realmente graciosa. Levanto una ceja
tan alto como me es posible, pretendiendo ignorarlo y el hecho que su cumplido
casi me hace sonreír.
—Es bueno saber que Michelle Hopkins tiene otras habilidades
además de masticar chicle y alzar pompones. Está escribiendo mensajes tan
rápido en su teléfono que está a punto de incendiarse. ¿Y qué pasa con la rubia
alta que me está dando la mirada de que soy una peste?
—Oye, Michelle es genial. Pero tienes razón sobre la rubia.
Ella tiene algún tipo de enamoramiento conmigo. Estoy esperando que nuestra
incipiente relación haga que la supere, así que gracias. Mi ganancia extra será
ella alejándose.
—¿En serio?—Fulmino con la mirada—Necesito una lista de tus
más peligrosas acosadoras. No quiero terminar en una sorpresiva pelea de gatas
por ti.
—¿Podrías por favor intentar reunir al menos una expresión
mostrando algo que diga que podrías estar feliz de que estemos hablando?— Se estira metiendo un mechón de cabello detrás de mi oreja.
Estoy sorprendida, pero luego feliz porque, justo como ayer, ¡no tenía la
urgencia de estremecerme! Y luego, estoy enojada. Con él y conmigo misma.
Esas estúpidas mariposas están de regreso. Causando estragos
desde mi estómago hasta mis pies. ¿Esto significa que todo este verano estaré
dejando caer cosas, sintiéndome ligeramente enferma e incapaz de
respirar?
Estoy a punto de lanzar uno de mis comentarios mordaces;
pero antes que pueda decirlo, Justin coloca la punta de su dedo gentilmente en
mis labios. Él sacude su cabeza como si pensara que conoce mi juego y sacude su
cabeza hacia las personas detrás de nosotros.
—Estoy pensando que una sonrisa funcionara mejor. Deberíamos
usar la atención a nuestro favor.—Su voz es dulce y suave mientras continúa—Vamos,
_____. Solo inténtalo… o pretende o lo que sea que funcione para conseguir
pasar a través de esto. Es todo por el espectáculo. Brutalmente consciente de
cuan cálido su dedo es contra mis labios, me obligo a responder a su petición.
—¿Cómo esto?—Pongo mis ojos en blanco, lanzando mi falsa
sonrisa de demasiados dientes que muestro a la cámara, y empujo mi mechero
Bunsen entre nosotros como un escudo. Él sonríe.
—Ridículo, pero es un comienzo. No más comentarios sarcásticos.—Mueve
su de dopara correrlo en el puente de mi nariz, tocando la punta.
Estoy completamente arruinada. Derretida, hecha papilla.
Todo lo que puedo hacer es mirar a la manera en que su
sonrisa hace las esquinas de sus ojos ¡arrugarse! ¿Todos los chicos lindos
tienen esas cosas? Y sus labios… el chico tiene labios increíbles.
Y maldita sea esos ojos directo al infierno. ¿Cómo es
posible que sus pestañas luzcan como si hubiesen salido de una revista?
Agarro firmemente los vasos precipitados cuando me doy
cuenta que mi agarre se ha vuelto peligrosamente débil. Apartando mi mirada
lejos de su cara, siento el calor golpear mis mejillas y quemar hasta mis pies.
Con dos pequeños
toques y una sonrisa, él ha destruido mi cerebro.¡Bee, Bee, Bee! Soy justo como
esas otras ovejas. Solo en caso que Justin haya notado mi completo lapsus,
amplio mi sonrisa y hablo a través de mis dientes, tratando de hacerme parecer
un ventrílocuo.
—¿Cuánto tiempo tengo que mantener la parte feliz? Me está
dando un calambre.
—Ese es el espíritu. —Se ríe, inclinándose hacia adelante
para mirar directamente a mis ojos.
Me doy cuenta que él está tratando de hacer un espectáculo
para sus amigos de que estamos compartiendo una broma privada. Es tan incómodo.
En lugar de retroceder como quiero, me río también, y continúo con evadir su
mirada al mirar sobre mi hombro para chequear si todavía nos estén viendo.
Oh, lo están. Mi corazón está corriendo tan rápido que me
siento débil. La manera en que Michelle está sosteniendo arriba su teléfono, me
hace preguntarme si este momento está a punto de ser publicado en YouTube.
Cuando me giro de regreso, Justin se ha movido incluso más cerca.
Como, el doble incómodamente más cerca.
— _____.—Él empieza, sonrojándose ligeramente—Estoy
asumiendo que podríamos sacarlo mejor de esto. Nosotros pasando el rato, no
tiene que ser terrible, ¿cierto? ¿Podríamos intentar algo divertido? ¿Ser
amigos cuando todo esto termine?
—Yo…Yo…Uh…posiblemente. —
Cubro, porque su sugerencia es completamente imposible. No
tiene la necesidad de preocuparse sobre mí haciendo más comentarios sarcásticos,
tampoco. La única cosa que puedo pensar en decir ahora involucra adjetivos
describiendo cuán impresionante mente quita aliento es su voz.
Palabra clave: Impresionante. Como en, detuvo mi
respiración. Sip.
Había dejado de respirar. Bee, Bee, BEE OH DIOS MÍO. Me odio
ahora mismo. ¡Creo que también descaradamente lo acabo de oler! Pero huele tan…
fresco.
—¿Quieres que te ayude a caminar hasta tu auto?— pregunta,
rompiendo el enorme silencio que yo había creado.
—No. ¡Absolutamente no!—lancé, mitad agradecida que no
estuviera haciendo ningún sonido de animal de granja en voz alta.
—¿Por qué?—Retrocede, luciendo ligeramente sorprendido.
¿Debería decirle la verdad? ¿Decirle que si da un paso más
quizás me desmaye porque es tan hermoso? ¿Quizás pueda mencionar que tuve esta
idea extraña de querer besarlo cuando estaba mirando a sus labios?
¡De verdad!
¿Qué estaba mal conmigo? ¿Qué diablos pensarían mis padres y el Doctor Brodie
sobre eso?
¿Qué habrían hecho las personas que estaban en los escalones? ¿Qué
habría hecho Justin?
Correr gritando, probablemente. ¿Está considerado esto como
un progreso o necesitaba ser internada? ¡Ni
siquiera conocía a esto chico!
—Dame. Mis. Cosas.
—¿Estaría feliz de acompañarte?
—No. Estoy bien. Solo dame las cosas. Ahora—ordeno.
—Bien, lo que tú digas jefa.-Su sonrisa regresa. Es la
sonrisa doble de ancho de ayer.
Hoyuelos, mentón cuadrado…UGH .Me niego a mirar su tonta
sonrisa o sus lindos ojos una vez más. Él con cuidado acomoda la pila de cosas
en mi nuevo y reajustado equipo de ciencia y vasos de precipitados.
Esto me deja mirando a sus fuertes manos. Por supuesto que
lo hace. Y por supuesto que también son increíblemente, perfectamente y
molestamente bien hechas. Como el de resto de él.
Sin otra palabra, me giro dándole la espalda y me dirijo a
mi Jeep, preguntándome si él puede escuchar cuan ruidosamente hace a mi corazón
palpitar.
—Está bien entonces, nos vemos después de la escuela, _____.
Es una cita. ¡Nos divertiremos! ¡Buena suerte en tu final de la tarde!
Él suena como un estúpido megáfono. Cuando no respondo y
encorvo mis hombros, su risa baja agrega un rastro de piel de gallina corriendo
por mi cuello.
El chico está fuera
de control… lo que yo esté fuera de control.
¡Esa es una opción inaceptable! Esta tarde, voy a fijarle
una sólida lista de reglas. Logro llegar al Jeep, dejo mis cosas en la parte de
atrás, me monto sin mucha gracia en el asiento del conductor.
Había querido tomar una rápida siesta durante el almuerzo, pero
ahora, eso va a ser imposible.
Decido manejar hacia Starbucks. Puedo conseguir un triple de
lo que sea o un aperitivo para empujar los dos agitados Red Bulls que me
ayudaron a pasar a través del último período. Arranco el motor y lanzo una
mirada a través de la ventana tintada, para ver si alguien todavía está
mirando, ellos ya no pueden ver más allá de mi silueta.
Justin parece haber esperado por un movimiento como este. Él
está saludando como un tonto y agitando mi olvidada sudadera rosada alto en el aire
para que pueda verla. Él está gritando.
—¡Adiós _____!—Coloca mi sudadera sobre su hombro y la ata
alrededor de su cuello hasta que luce como una ridícula bufanda… como si
pensara llevarla así por un largo tiempo.
Mi estómago da una
sacudida. Me quiero reír, pero muy en el fondo debería llorar. Voy a estar tan
atrasada en mi sueño que no seré capaz de evadir mi cama esta noche.
Los finales, además
de todo lo que había pasado con Justin me han hecho preocuparme sobre mi pesadilla
volviendo a chocar contra mí. Necesito encontrar una nueva hora del día para
dormir. Rápido.
Las cosas deberían calmarse una vez que el nuevo trabajo
empiece. Una vez que me acostumbre a Justin Bieber hablándome a diario como una
cosa normal.
También voy a ser capaz de iniciar una sesión de casi cuatro
horas de sueño cada día después del amanecer, a partir de la próxima semana.
No voy a tener que estar más a las 7:00 a.m. en la escuela.
La pasantía empieza a las nueve. Eso es un montón de siestas de calidad en el auto.
Más de las que estoy acostumbrada.
Mientras tanto, estoy de regreso a alerta máxima. Esta
noche, incluso colocaré una toalla bajo mi puerta sólo en caso que empiece a
hacer un montón de incontrolables ruidos mientras duermo.
---------------------------------------------------------------
Holaaa :).. bueno lo lamento por haber subido muy tarde, es que tuve mucho problemas, con el tema del colegio y bueno la familia.. Y estuve pensado si en quitar la novela ya que a nadie parece interesarle.. aunque a mi me gustaría seguir subiendo y saber que a alguien le gusta.. espero que en este capitulo comente por favor y voten que les parecía la novela.. espero que haya sido de su agrado :).. besos♥
Hola, me llamo guada y realmente me gusta mucho tu novela. Eh leido muchas y esta es muy original, no dejes de subir, espero que lo hagas pronto! Besos.....
ResponderEliminar