Cometí el error de levantar la mirada entonces, preparada
para atacarlo por el comentario de basura romántica y me aturde hasta la
estupidez. Está en la mitad de una completa: con la cara entera involucrada…
ojos arrugados… sonrisa contenta. Sonriendo y feliz por mí, ¿supongo?
—Tatooine, ¿huh? Asombroso que sepas hechos de Star Wars—
agrega sonriendo— ¿Alguna vez miras las cosas animadas?
Sonrisa. Sonrisa. Sonrisa.
Estoy en serio riesgo de un desmayo a la antigua. Santo ¿QUÉ
DEMONIOS? Mi cuello y mis mejillas están calientes como volcán.
Mi pecho es un enjambre de un incontrolable ataque de mariposas.
Disturbio de mariposas.
Masacre de mariposas. Persona masacrada: Yo.
Método utilizado: Hoyuelo.
El tipo tiene un hoyuelo. Claro que tiene uno. Para combinar
con la barbilla perfecta de Hollywood. Para hacer que el chichón en mi frente
lata con más fuerza.
Puntos de Justin Bieber: 300 trillones, multiplicado por un
millón al cubo.
Di algo _____. Algo.
Y justo cuando estaba pensando en qué iba a decir, mi boca
moverse por sí misma, como si estuviera poseída.
—Los efectos especiales de la Guerra de las Galaxias es mi
favorito—dije—Me encanta como dibujaron a los personajes, como todo es tan
lineal y…
Las palabras se me
mezclan, y mi cerebro por fin logra que mi boca se cierre.
¡Di algo, pero no eso loca!
—La Guerra de las Galaxias. Yo también la amo. ¿No? Siii— ¡Respondió
con voz de Yoda!
Parpadeo.
Sus ojos muestran amabilidad, brillan con risa, y siguen
siendo muy dorados.
¿Estoy perdiendo mi toque? ¿Por qué este chico no puede
actuar como todos los demás? Quiero reír tontamente y sonreírle; y toma toda mi
fuerza de voluntad para no hacerlo y en vez dar una mirada penetrante. Para no
hacer otra cosa estúpida, me doy media vuelta, y comienzo a guardar todas las
muestras de productos en mi bolso, cuando un tipo que se parece a un umpa-lumpa
con cabello canoso sale por la puerta de atrás del mostrador.
—Genial, están los dos aquí— dice el tipo, parando para
acomodarse los lentes—Estaba preocupado pensando que se habían ido…
—No, Señor Foley. De ninguna forma. Es bueno verlo otra vez.
—Justin da un paso hacia delante y le da un apretón de manos.
Siento como si me hubieran apuñalado en el corazón. Me doy
cuenta de mi gran desventaja. ¿Cómo puede ser que Justin ya conozca al Señor
Foley?
Me aseguro de que mi rodete sigue en perfectas condiciones y
camino en su dirección mientras pongo una sonrisa que muestra confianza.
El Señor Foley me salva al hablar primero.
—Debes ser _____ Jordan. —Me da un apretón de manos— Escuché
que tuviste una entrevista espectacular ayer. Mi gerente dice que eres fantástica.
¡No estuvo tan emocionada desde que pusimos acrílico a las réplicas de espadas
de fuego de dragón! No puedo esperar a ver tus stickers de nerd. Espero que los
hayas traído…
Dándole a Justin una sonrisa engreída, digo.
—Obviamente. Es un honor conocerlo Señor Foley.
—Sí. Genial—dice el Señor Foley dice, y parece estar dándome
un buen vistazo.
Espero que apruebe mi conjunto de muynerds.com, mi
condenadamente larga pollera de color morado que me costó $42.50. Mi blusa de
oficina color blanco que me costó $34.00.Una prenda que sigue de moda por dos
años consecutivos. Algo que no puedo esperar para decir en la entrevista.
El Señor Foley sonríe y asiente, dándose cuenta de que no
solo soy una candidata, sino que también soy una compradora muy importante.
50 mil tropecientos puntos para mí. ¡JA, a ver qué haces
ahora Bieber!
— ¿Ustedes se conocen?—Nos señala el Señor Foley.
—Sí—dice Justin, en un tono que parece sarcástico.
—No—le di una mirada asesina a Justin. Que pare con estos
juegos, ahora.
— ¿Entonces es un sí o un no?— pregunta el Señor Foley
confundido, rascándose su cabeza medio calva.
—Algo así—digo.
—Sí…eso es lo que quería decir— dice Justin. Mira hacia otro
lado y se ruboriza.
—Vamos a la misma escuela— agregó.
—Bien. Eso hace lo que voy a decir menos incómodo. —Sonríe
el Señor Foley.
Me tengo que obligar a no poner los ojos en blanco.
Si esta mañana se pone más incómoda, podría prenderme fuego.
El Señor Foley continúa.
—Nuestro sistema de cumplimiento de pedidos y estuve
ayudando en control de calidad con su base de datos. Por eso hoy llegué tan
tarde. ¿Pueden esperar aquí hasta que termine?
—No hay problema. —Asiento, esperando que mi expresión esté
dividida entre preocupación y algo que diga: «contrátame a mí, NO A ÉL».
Miro de reojo a Justin, y me doy cuenta de que parece
completamente incómodo con el nuevo plan. Nos quedamos sin temas extraños para
hablar. Me imagino que no está esperando con ansias el próximo momento que tenga
que estar solo conmigo.
Estar a solas con él tampoco es la cosa número uno en mi
lista, pero no voy a dejar que alguien se entere al tener una mala cara de
póquer. Si el Señor Foley se da cuenta de cómo se siente Justin, va a ser otro
punto para mí. Le doy a Justin una sonrisa de burla, y sigo hablando.
—Tengo todo el día Señor Foley, tómese su tiempo.
—Sí, todo lo que necesite—dice Justin.
Justin responde a mi desafío con una sacudida de cabeza y
una extraña media sonrisa. Lo golpearon muy fuerte en la cabeza, es la única
forma de que sea así.
— ¿Somos los únicos para la entrevista final?—pregunta
Justin. Me está dando la espalda. Creo que quiere bloquear mi vista del Señor
Foley con su enorme… enorme figura.
—Sí. Ustedes dos son los mejores del grupo. Ojalá tuviera el
dinero suficiente para contratar a ambos. Esta decisión va a ser muy difícil. —
El Señor Foley suspira y se saca los anteojos para limpiarlos con su camisa. Me
paro al lado de Justin para estar en el campo de vista el Señor Foley, pero Justin
empieza a hablar antes que yo otra vez.
— ¿Podemos hacer algo? ¿Capaz que se necesitan un par de
manos más? — Suena condenadamente inteligente.
—Sí. ¿Puedo ayudar?— pregunto, pero sé que sueno nada
original, como si estuviera repitiendo para quedar bien.
¡Porque lo estoy haciendo! No puedo creer que subestimé
tanto a Justin.
Casi no puedo aguantar mi sonrisa con los dientes apretados,
pero el Señor Foley no se da cuenta.
¿POR QUÉ?
Porque no me está mirando. Está ocupado sonriendo con Justin
como si hubieran hecho alguna broma privada en la entrevista de ayer. ¡Como si Justin
Bieber hubiera ido a su casa a cenar, hubiera conocido a su esposa, y hubiera
salvado a su perro de ahogarse! Como premio de consolación, mi NO FUTURO
asiente en mi dirección, pero responde la pregunta de Justin, no la mía.
—Capaz que te deje, hijo mío. Perdón por todo esto. Pero no
voy a tardar mucho, sólo esperen hasta que vuelva…—
Nos da una última mirada triste y un pequeño saludo con la mano,
y se va por la puerta.
Quiero llorar.
Señor Foley acaba de llamar a mi única competencia hijo mío.
¿HIJO MÍO?
Aparentemente perdí el trabajo. Miro los músculos la espalda
tensa de Justin y me pregunto qué le estará molestando.
¿No se puede dar cuenta? Es el favorito del Señor Foley.
Justin va hacia la parte más alejada de mí posible. Lo
escuché murmurar la palabra “mierda” más de seis veces. Como si él fuera el que
se tiene que preocupar ahora.
Pienso que estuvo fingiendo estar relajado cerca de mí pero
no puede esconder más el hecho de que yo lo hice retroceder y lo hice temblar
con miedo como debería.
Genial. Esperemos que eso sea verdad. No puedo irme de aquí
sin trabajo.
Capaz que lo puedo empujar más: convencerlo de irse. Sin es
tan estúpido como para nadarse cuenta de que ya lo eligieron, no se lo voy a
decir. Voy a decirle lo contrario.
Doy un largo suspiro, para llamar la atención, y cruzo mis
brazos sobre mi pecho, para seguir pareciendo arrogante y que irradio confianza
cuando interiormente estoy tragando el nudo de mi garganta llena de nervios.
—Entonces… ¿Te quieres confesar? ¿Quedar blanco? Tenemos
bastante tiempo— jadea, como si lo hubiera asustado.
—Yo… ¿q-qué q-q-quieres dec-cir?
¡Sí! ¡Tartamudeo! Vuelvo al ring, y estoy lista para el
round 2. Esta vez, se todos su trucos, hoyuelos, marcas, sonrisas, y adorables
patas de gallo. Empecemos. Cuando se da vuelta, está extremadamente pálido, y
mi confianza se recarga.
Doy otro suspiro, el aburrido, el que el psicólogo da antes
de decir.
—Creo que con esto terminamos la sesión _____.
Y digo.
—Sabes que no perteneces aquí. Ni siquiera eres un nerd.
Creo que deberías decirme porque creíste que era apropiado tirarte sobre mi
auto. ¿Querías asustarme?
—No, pensé… y yo…— Se ruboriza, todavía tartamudeando—Yo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario